Ya comienzan los cumpleaños. Hasta noviembre no vamos a parar. Y este mes empezamos con Pablo, quien cumplió 7 años y le regalamos un libro de unas 500 páginas (a mí me regalan eso de pequeño y me pego un tiro... pero bueno, son las generaciones). También le regalaron los abuelos un despertador y desde ese día se levanta solo a las 7, desayuna, se viste y se queda leyendo hasta que nos vamos. Un campeón.
Hemos visitado Pamplona, cosa que no habíamos hecho desde que llegamos. Así que aprovechando los días de sol nos lanzamos a pasear por la ciudadela, el centro y calles de por ahí.
Eso sí, siempre montados en autobús, que nos ahorra un dinero de parking. En esta foto los niños están subidos en una escultura que la llamamos "intestino"
Foto familiar en la ciudadela.
La verdad que ha habido muchos días de sol y hemos podido disfrutar de parque a mansalva. Gracias Dios.
Colgándonos en las anillas...
Ayyyyyyyy
Un día me encontré esto en el pasillo y me hice pis encima.
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