En agosto nos fuimos a la playa en Islantilla con los abuelos de Sevilla (que tiene un color especial). Allí descansamos mucho. Pater familiae consiguió leerse 3 libros (los únicos del año, seguramente)
Como siempre ocurre, tuvimos una noche de bingo. Es el momento del año donde los niños tienen la adrenalina por las nubes sólo de ver cómo son capaces de conseguir dinero con un juego.
Y una vez en Pamplona disfrutamos de unos días de solecito. También estuvimos yendo todos los días a Aspace a ver a los enfermos con parálisis cerebral. Recomendable actividad para hacer con niños.
Por suerte a la vuelta de vacaciones teníamos lo necesario para cenar, porque un viaje de un día mata de hambre (y mucha sed) a cualquiera.
No quiero despedirme sin hacer una mención a Alex Pardo, antiguo asesor del pater familiae que se ha ordenado este año.
Como no hay muchas cosas en setiembre vamos a unir aquí lo que ha ocurrido... nada. Pater familiae no ha parado de currar como un blanco.
Aquí mami levantando un coche en volandas. Mu fuerte ella.