VACACIONES EN MONTEVIDEO
(segunda aparte)
(segunda aparte)
La segunda parte de nuestras vacaciones empieza cuando volvíamos de Rosario, el autobús se estropeó y tuvimos que esperar a que mandaran uno de Montevideo para recogernos y llevarnos.
A la llegada nos plantamos con una semana entera de vacaciones que no queríamos pasar en Montevideo, queríamos irnos a algún sitio, y vimos opciones:
- Buenos Aires: teníamos ganas de ir, pero había unos horarios terribles y papeleos de salidas del país.
- Cataratas del Iguazú: un plan atractivo y barato, pero incluía 6 horas de viaje en autobús, y ni la barriga de lola ni mi vejiga estaban de acuerdo.
- Las termas de Salto: divertido por los parques... pero un poco caluroso pa esta época.
- Punta del Este: mu caro.
- Disney World: ya lo conocemos.
- España: ¿otra vez?
- La Paloma: ummm... tal vez.
Y comenzamos nuestra búsqueda por internet, en la estación, en las agencias, en las heladerías y en el shopping... hasta dar con una lista de casi 40 hoteles, casas, bungalows y yoquesé... llamamos al primero (que era el más barato) y reservamos en un hotel de 2 estrellas de tan solo 25 dólares el día (nuestro sueño hecho realidat).
Recomiendo La Paloma a todos aquello que quieran ir a un sitio tranquilito, con playa, olas grandes, casas bonitas, fresquito nocturno y, lo más importante, buen sistema de cañerías.
Anécdota: Una de las noches fuimos a ver un espectáculo callejero donde un payaso hacía tonterías y tal, en su mágica idea de elegir a un espectador para la prueba final, se acercó a Lola y la subió al estrado. Tumbó a Lola en el suelo (no sin antes ponerle una mantita para que no se manchara la camiseta) y le tapó los ojos con un trapo. Agarró 3 cuchillos afilados hasta los dientes y comentó que iba a hacer malabares mientras pasaba por encima del cuerpo de Lola. Esto aumentó la tensión y la fascinación del público, puesto que Lola estaba (y sigue asín) embarazada. Finalmente el truco salió perfecto (para bien de Lola, de su esposo y del payaso).
A la llegada nos plantamos con una semana entera de vacaciones que no queríamos pasar en Montevideo, queríamos irnos a algún sitio, y vimos opciones:
- Buenos Aires: teníamos ganas de ir, pero había unos horarios terribles y papeleos de salidas del país.
- Cataratas del Iguazú: un plan atractivo y barato, pero incluía 6 horas de viaje en autobús, y ni la barriga de lola ni mi vejiga estaban de acuerdo.
- Las termas de Salto: divertido por los parques... pero un poco caluroso pa esta época.
- Punta del Este: mu caro.
- Disney World: ya lo conocemos.
- España: ¿otra vez?
- La Paloma: ummm... tal vez.
Y comenzamos nuestra búsqueda por internet, en la estación, en las agencias, en las heladerías y en el shopping... hasta dar con una lista de casi 40 hoteles, casas, bungalows y yoquesé... llamamos al primero (que era el más barato) y reservamos en un hotel de 2 estrellas de tan solo 25 dólares el día (nuestro sueño hecho realidat).
Recomiendo La Paloma a todos aquello que quieran ir a un sitio tranquilito, con playa, olas grandes, casas bonitas, fresquito nocturno y, lo más importante, buen sistema de cañerías.
Anécdota: Una de las noches fuimos a ver un espectáculo callejero donde un payaso hacía tonterías y tal, en su mágica idea de elegir a un espectador para la prueba final, se acercó a Lola y la subió al estrado. Tumbó a Lola en el suelo (no sin antes ponerle una mantita para que no se manchara la camiseta) y le tapó los ojos con un trapo. Agarró 3 cuchillos afilados hasta los dientes y comentó que iba a hacer malabares mientras pasaba por encima del cuerpo de Lola. Esto aumentó la tensión y la fascinación del público, puesto que Lola estaba (y sigue asín) embarazada. Finalmente el truco salió perfecto (para bien de Lola, de su esposo y del payaso).
No hay comentarios:
Publicar un comentario