Por fin llegaron mis tíos, y con ellos nos mudamos a la casa nueva. Hace un poco de fresco, pero como siempre llevo 4 capas de lana encima (para que mi madre no pase frío), no se anda mal.

Por cierto, aprovecho para felicitar a todos los Pedros y Pablos, porque la semana pasada fue nuestro santo. También felicito a los españoles, que ganaron la UEFA (yo no soy español, todavía, asín que no me incluyo).

Pues lo que os decía, ya estamos en el nuevo apartamento, con los inquilinos sevillanos: mi tío Guille (que no se atreve a tocar mis pañales), mi tío Álvaro (que se pasa el día viendo Trabubus) y mi tío Javi.

Mi pae y mis tíos Javi y Guille me suelen bañar por la noche. Es un alivio, y ya no lloro. La razón es que me incomoda que un par de mujeres me vean en bolas. Con ellos puedo chapotear, contar chistes marrones y no me importa desnudarme, ya que sabemos los 4 de qué hablamos.

Me han regalado (a parte de 8 kilos de jamón) una cámara para que mis paes me puedan vigilar desde otra habitación. Como supondrán, mi tío Javi ya ha estado instalándola en todos los sitios posibles: habitación, cocina, pasillo, WC...

Mañana sábado tenemos la fiesta de inauguración del apartamento. Vendrá mi amigo Pedrito (por fin alguien con quien compartir mis impresiones tempranas). Si alguien quiere venir, por favor que traiga comida, que mis tíos son unos delincuentes gastronómicos.

Aquí os dejo con el vídeo que editó mi pae sobre el piso. Salgo dormido, pero aún así estoy hecho un guaperas.