Durante estas dos semanas hemos estado sobreviviendo a una pequeña ola de calor. Yo me he pasado más tiempo con las piernas al aire que con ropa… ¡justo recién salido de un resfriado! En fin.
Ter.
Esta semana mamá no ha ido a trabajar porque tenía vacaciones. Con lo que ha aprovechado para ir a comer con papá (yo me quedaba en casa amortizando el sueldo de Virgina, la que me cuida) y para hacer manualidades varias (un cesto de la ropa sucia).
El finde pasado estuvimos en la Rural del Prado, un lugar conocido por sus campeonatos de animales gordos, las fiestas nocturnas y el ambiente campestre que hay. Vimos muchos animales y compramos licores… lo divertido era la degustación (en la cual no participé sino con el bibi).
Este fin de semana, lo más divertido ha sido el cumple de mamá, porque mientras ellos disfrutaban de la fiesta, yo dormía en su cama
. Por lo visto estuvieron jugando al twister y al pictionary (o, por lo menos, a una versión inventada sobre la marcha por Teresa la marquesa). A papá le gustó mucho
el juego.
Y ayer domingo nos fuimos a pasear al parque Rodó. Allí mamá ha comprado botones para sus manualidades y papá se ha comido 2 hamburguesas. Luego pasamos por el Chopin para hacerme unas fotos carné (mañana me hago el pasaporte español… que todavía no soy español, soy uruguayo).
Y bueno, entre otras cosas, papá le ha hecho fotos a dos coches cuyos títulos son:
1. Churrería Deisy (de los Prados de Haro), versión uruguaya.
2. “Joseto, ¿me puedes arreglar la puerta?”
El sábado fui al pediatra, quien se quedo anonadado con mis progresos. Papá me está incitando ú
ltimamente para que diga “papá” (por ahora se va a quedar con las ganas, porque me río en su cara) y mamá me está enseñando a andar (me lanza el pejcao naranja y salgo corriendo detrás).
Bueno chatos, que ya son las 12 de la mañana y tengo que irme a dormir la primera siesta. Sed buenos y no toméis alcohol.
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