DIARIO DE UN DELINCUENTE
(al que le están saliendo los dientes)
(al que le están saliendo los dientes)
La semana pasada fue una pasada... estuvimos en Playa Verde con algunas familias muy majas que nos recibieron con los brazos abiertos. Como dijo Albert Einstein "por fin playa". Nos quitamos las ropas, nos pusimos los bañadores, mucha cremita y al agua patos, patos.
A Fitipaldi le compramos un rosco para meterlo en la playita. Fue una experiencia nueva, ya que el agua está salada y el niño se pasaba el rato pegándole lametones al rosco. Disfrutó también de la arena (el niño engordó 3 kilos así de pronto), de dormir con sus papis y de andar descalzo por el cesped.
A la vuelta le instalamos una piscinita en la cocina para que no extrañara la playa. También ha sido una experiencia "aguatadora", sobre todo para los papás que tenemos que montar el tinglado. Y por lo demás el niño sigue haciendo sus carreras por la casa con el andador, metiendo las manos en la basura, los dedos en el ventilador y subiendo la baranda de la cuna.
Ayer le hicimos un pequeño rapado de cabeza. Nos dimos cuenta de que pasaba mucho calor y más cuando comía. Así que le metimos la maquinilla. Ha quedado re-lindo, parece una bola de billar. Hasta tal punto que esta mañana abrimos la puerta al cartero y nos dice: "señora, se les ha caído una bombilla"
Más aventuras en otra ocasión.
A Fitipaldi le compramos un rosco para meterlo en la playita. Fue una experiencia nueva, ya que el agua está salada y el niño se pasaba el rato pegándole lametones al rosco. Disfrutó también de la arena (el niño engordó 3 kilos así de pronto), de dormir con sus papis y de andar descalzo por el cesped.
A la vuelta le instalamos una piscinita en la cocina para que no extrañara la playa. También ha sido una experiencia "aguatadora", sobre todo para los papás que tenemos que montar el tinglado. Y por lo demás el niño sigue haciendo sus carreras por la casa con el andador, metiendo las manos en la basura, los dedos en el ventilador y subiendo la baranda de la cuna.
Ayer le hicimos un pequeño rapado de cabeza. Nos dimos cuenta de que pasaba mucho calor y más cuando comía. Así que le metimos la maquinilla. Ha quedado re-lindo, parece una bola de billar. Hasta tal punto que esta mañana abrimos la puerta al cartero y nos dice: "señora, se les ha caído una bombilla"
Más aventuras en otra ocasión.
1 comentario:
¡¡¡Javi!!!
Cuánto tiempo. Ya he visto el comentario en el blog de la family. No he conseguido encontrar tu mail. En cuanto lo tenga te cuento más cosas. ¡Pablo es genial! pero que no se parezca mucho a ti. Un fuerte abrazo, José (MAX)
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