(para viajar)
Este finde pasado fue largo, duró desde el sábado hasta el martes. Era carnaval (una excusa uruguaya más para no trabajar). Así que John y Pato nos dijeron "¿quieren que vayamos a La Coronilla?" y como no sabíamos de qué se trataba, dijimos que sí.
El domingo nos aventuramos a hacer 6 horas de viaje en la camioneta. En la delantera íbamos mamá y yo, en el centro John y Pato con Lolita y en la defensa Pablito con la Nena. Las maletas iban distribuidas como buenamente pudimos.
Lo más importante es que nosotros íbamos blanquitos debido al verano invernal que tuvimos. La gente nos miraba como alvinos en una tribu de suagilis. Nos tuvimos que poner factor 40 (menos mami que se puso factor 15 y luego estuvo fastidiada). John y Pato, como ya estaban negritos, no tuvieron problemas.
Nos bañamos en el mar (creíamos que nunca llegaría) y disfrutamos de las playas de Santa Teresa, un lugar muy bonito con una fortaleza de la cual... no hay fotos. Pero cerca había un parque natural con algunos animales como cabrillas y monos de culo... perdón, de cola escocida.
Algunas fotos están hechas con la GoPro, una cámara que hace las fotos con 170 grados y debajo del agua inclusive.
Estuvimos en El Chuy, un lugar fronterizo con Brasil donde se dice que las cosas salen más baratas comprarlas. Así pues, compramos 15 cajas de pasta de dientes, una ristra de vasos de plástico y una plancha (vamos, lo imprescindible para vivir). Yo me compré una mariconera.
Eran divertidas las noches, la priemra la Nena durmió con John y Pato, la segunda dormimos toda la familia en una habitación. Pablo e Isabel en una cama de matrimonio, Lolita en el suelo y el matrimonio en una cama.
Lo más divertido fue la vuelta el martes. La feliz idea de papá fue hacer costa para volver en vez de la ruta... por lo que estuvimos 9 horas de viaje para 400 kilómetros. Paramos a comer a la Paloma, merendamos en Punta del Este, y casi cenamos en Groenlandia.
ANÉCDOTA DE LA SEMANA
Estábamos en misa de mañana cuando de repente se escucha a Isabelita gritar "¡culo!", a lo que los papis y otros más nos giramos para ver a la niña indecente. Pablito, como buen hermano, le dijo "culo no se dice". Qué buen ejemplo da Pablo y qué mal por parte del padre porque ¿quién si no le enseñaría semejante palabro?
2 comentarios:
QUE BONICOS SON MIS SOBRINOS COÑOOO!!!!! COMO OS HECHO DE MENOS, UN BESAZO A TODOS.
LA TITA FELINA
nena, eso no se dice y echar de menos es sin H
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