Agosto, mes del verano (para los del hemisferio norte), se desarrolló con la despedida y bienvenida de familiares diversos: se fue Javi y se vinieron los abuelos.
Los niños ya están más grandes, es lo que pudieron comprobar. Y poco a poco van adquiriendo los buenos hábitos heredados. La foto es clara.
En el vídeo queda bien ilustrado lo bien que s elo pasaron los chanchos con sus abuelos, por suerte, profesores de educación física. De otra manera habrían muerto de cansancio.
No obstante, siempre hubo algún momento inaguantable que se derivaba en un accidente de caracter abuelo-infantil. Acá en la foto la abuela clavó un cuchillo a Loli en la cabeza.
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