Cuando llega a Pamplona el invierno, es necesario no resfriarse y mantenerse sano (que en el fondo es lo mismo, pero como es doblemente importante... pues lo pongo)
Y tan así es que cuando sales te encuentras nieve o lluvia hasta en la puerta.
No obstante, algún día de sol hace y, como los lagartos, salimos a hacer alguna excursioncilla. 2 han habido este mes muy suaves, pero bonitas. A Unzué (donde tuvimos que escalar peligrosamente) y a Usetxi (que al pronunciarlo suena muy sexi).
En esta foto mostramos nuestro lado más tempranero.
Y ya empiezan a utilizar los vales de los Reyes. La nena fue la primera en decir: "hoy me voy con papá a tomar una coca".
Luego Lolilla. Mu maja ella.
Y entre otras excursiones nos juntamos en Roncesvalles con algunas familias del colegio. Con muchos niños, con lo cual parecíamos una guardería.
La verdad que esto de hacer excursiones es una forma de que los niños se entretengan, respiren aire puro y, sobre todo, que se cansen. Me recuerda a mi padre cuando sacaba el perro y corría con él.
Tratamos de hacernos una foto romántica pero se nos unieron los que no tenían cámara en mano... y un dragón.
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