FINDE TRANQUILITO
(aunque hacía fresquito)
CAPÍTULO 1: “El sábado sin clase y la comida… un desfase”
Había quedado con Juanpa a las 11 para irnos a la parte vieja. Nos fuimos en un ómnibus con Marcelo (un tipo brasileño), allí estaba todo lleno de puestecitos y cosas de esas muy majas. Juanpa le echó a Marcelo el mismo rollo que me echó a mí el domingo pasado (lo de Artigas y Zabala). Yo miré los puestos.
OMNIBUS: Los autobuses son un fenómeno cultural increíble. La primera vez que me monté en uno se subió un tipo que vendía medias, se ponía a hablar y no paraba, decía cosas en plan: “mire señora la calidad de importación de estas medias… han oído ustedes bien, no me he equivocado… etc” yo me meaba de la risa con Juanpa, sobre todo de ver las caras de la gente vergonzosa. En otro que nos montamos había una pareja cantando canciones con guitarra, le comenté a Juanpa que “solo faltaría que entrasen dos trapecistas a hacer acrobacias en las barras del bus”.
Total, en la parte vieja vimos puestecillos de lo más variado. Había uno que vendía manivelas para las puertas, otro vendía trastos antiguos, otro grifos para tuberías, otro timbres para bicis antiguas… increíble.
Luego fuimos al Mercado del Puerto… ¡eso sí que era turismo concentrado!. Es como un pabellón con calles donde hay barras con parrillas. Allí nos pedimos una parrilla para dos, pero creo que se refería para dos…cientos, porque nos trajeron una olla con carbón debajo que tenía de todo: 2 pollos, 2 chuletones, intestinos, morcillas, pimientos morrones, chorizos… algo increíble de grande. Para picar había una salsa que se llamaba Chimichurri y parecía petróleo pasado por colador (pero te quedas con lo que hay en el colador, no lo colado). Luego, a paso lentito, nos dirigimos a la facultad y estuvimos un rato “trabajando”. Después fuimos al cine a ver la película más mala que he visto en mi vida: EL NOCTÁMBULO
Luego fuimos a casa de Juanpa y allí di una tertulia con los cortos, los vídeos de torre y todas las paranoias audiovisuales que tengo en la recámara.
Comida: Sí… y mucha.
Cena: a duras penas cené algo en casa de Juanpa. Leche a la vuelta.
CAPÍTULO 2: “Con la decana en otros sitios, nos pusimos bastante tibios”
Tune me dijo que había misa de 11 cerquita, así que me encamino 15 minutos antes para la iglesia, y paso por una feria de animales… ¡pero de animales de verdad!. Había peces, cobayas, hámsters, tarántulas… en fin, lo que uno no encuentra en Graná.
La misa duró HORA Y MEDIA, y a la vuelta tuve que coger un tasis porque Eileen (la decana) me esperaba a las 12 en mi casa.
Nos fuimos a comer a casa de unos amigos suyos: “¿Comiste alguna vez parrillada?”. Veo la parrilla en la chimenea y me acordé del Mercado del Puerto y de la P… madre que la parió. No obstante… comí bastante.
En los sillones repanchingados casi me quedo dormido, pero los hijos del matrimonio me llevaron a dar unos pelotazos, pero por suerte, no eran de fútbol, sino de ping pong. Así que me pongo y… me meten una paliza tiba tibia. Luego llega el padre y… más de lo mismo.
En fin, que me devuelven a mi casa y me doy una vuelta para ver tiendas. Me meto en un supermercado y me compro un peine (porque el de la Tune me estaba dando un poco de cosilla), comida variada (para perder la monotonía), un cueceleches (porque la Tune se quema con el que tiene) y unas galletas sin azúcar (creí que aquí no existían esas cosas). Me hice la tarjeta MAS, para que me salieran descuentos durante el mes que esté aquí.
Llego a casa y me preparo la cena con la Tune. Vemos Jurasica Park 3 y me acuesto.
Comida: Sí… y abundante, otra vez.
Cena: Salchichas con queso, sopa de verdura, rebanada de queso, leche con galletas y sacarina (se nota que he ido al super).
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