Comienza septiembre y comienzan las clases. Todos preparados para primaria, infantil y aula de dos años (nuevo para nosotros). Como también es nuevo para nosotros que nos han nombrado padres encargados de curso (yupi yupi yupi)
Un día nos fuimos a nuestro antiguo cizur mayor, porque habían puesto cacharritos. Y como siempre, nos montamos en la rana saltarina.
Otro de las nuevas cosas que hemos introducido en casa es el puzzle. A pesar de que odiamos los juegos de fichas, el descubrimiento de este juego (siempre supervisado por una persona mayor), nos ha permitido disfrutar de ratos largos de concentración. En 2 días un puzzle de 500 piezas.
Y mientras no llegue el fresco, tratamos de aprovechar las tardes para salir al parque a que nos dé el sol.
Uno de los regalos de mamá, que cumplió unos 31 años aproximadamente, fue un tinte para el pelo. Pero primero hicimos un testeo la nena y el pater familiae.
Guille filosofa
Loli disfruta de la naturaleza
La nena posa para cámara
Y unas excursiones con Álvaro Ruiz y sus hijos nos dejó hechos polvo una tarde. Disfrutamos como monos en una cueva de codornices, igual igual.
Pilar va creciendo en sabiduría y en fuerza. Bueno, sabiduría no tanto, pero en fuerza sí.
El día de su cumple estaba tan nerviosa que nos levanto (perdón, me levantó) a las 7 de la mañana. Aquí estamos celebrando juntos y contentos.
Más y mejor... cuando nos jubilemos.