martes, agosto 26, 2008

UN POCO DE INDECENCIA
(para el día de la independencia)

El fin de semana lo hemos pasado en varios sitios: sábado en Colonia, domingo en Montevideo y lunes en Punta del Este.

COLONIA (eau de toilette)
Pasamos por el famoso "El Roble" a comprar queso, esta vez fue un queso entero parmesano (rima incluída). Vimos la ciudad vieja, paseamos por el puerto, estuvimos en misa, comimos un buen plato de ñoquis excepto el abuelo, que se pidió un Pesceto (también con rima). Luego le dimos 10 pesos al tipo que cuidaba coches, el cual no los aceptó puesto que era poco para el servicio de vigilancia (30 minutos) a lo que añadió: "ve y llévaselos a Juan Carlos". El abuelo callejón le respondió sabiamente: "esto me lo gasto yo en vino, hombre".

Al día siguiente fuimos a la feria de Tristán. Lugar donde compramos varias cosas como regalos para la familia, pan, y otros utensilios poco cortantes. Comimos en el mercado del puerto (carne, por supuesto) y el abuelo disfrutó de un chinchulín (el perro que había en la puerta también lo disfrutó). Paseamos por la Rambla, hicimos afotos, comimos manises, compulsamos trámites, criticamos el sistema público de recogida de basura... lo normal.

El lunes nos largamos a Punta del Este con Eileen Hudson. Un día fabuloso a pesar del frío que hace en Stocolmo. Paseamos por la playa, vimos los dedos del ahogado, comimos en la Pasiva. Y a la vuelta: caravana. Menos mal que los esfínteres aguantaron hasta el final... excepto el de Pablo, pero pa eso lleva pañal.

Y ta. Mi padre me contó un chiste buenísimo que detallo a continuación:






¿Cómo se dice Divorcio en Ruso?
Chao chochín

miércoles, agosto 13, 2008

Acabo de darme cuenta de que Pablito me ha estado agarrando el ordenador para escribir en el blog, sin mi permiso... he tenido que cambiar la clave de acceso para que no se infiltre en la red, porque, como dice Tere, internet no es mu buen sitio pa los hombres (sin el eje andalús).

Total, ayer, por primera vez, Pablito comió de los brazos de su padre (tengo unas prótesis ahora). Después de darle un rato de leche natural materna (o sea, mamando), se nos ocurrió la feliz idea de introducirle en el mundo del bibi. Dentro de una semana Lola se incorpora a trabajar y el chaval debe agarrarle el tranquillo al bibi pa que los abuelos paternos le den de comer.

Por desgracia, Pablito no quería bibi. Es más, hacía arcadas, lloraba hasta ponerse como un tomate, e incluso vomitó. Con angustia y terror Lola y yo decidimos meterle bibi en la siguiente toma antes de la teta. Y así fue. Después de su bañito nocturno me lo pongo en el brazo y le posiciono la mamadera en la boca... y ¡qué va! a llorar otra vez. Cambio de posición. Nada.

De pronto se me ocurre sentarlo con la espalda apoyada en mi barriga. Le di unos meneos (movimientos leves) para tranquilizarlo, y se calló (verbo callar). Se quedó con la mirada fija en un cuadro de la Virgen de Guadalupe (suele quedarse a veces anonadado mirando cosas que hay en las paredes). Y fue cuando me dije: "es el momento... ve a la nevera y cómete el queso que queda" pero me lo pensé mejor y le introducí (del verbo introdujar) el bibi en la boca. Le toqué el labio con la boquilla y ¡ÑAM! el chaval se puso a comer sin dejar de mirar a la Virgen. De un tirón. No abrió boca, como oveja muda ante el trasquilador. Sin pestañear ni nada. INCREÍBLE. Hoy Lola ha repetido la operación.


En fin (ter), el lunes que viene los abuelos de Graná están aquí. Esta semana he empezado las clases con los de primero. Ayer Lola se partió una uña (tranquilos está bien... la uña). Y Pablo que no deja de hablar, reírse y cantar con su pae; parece que agarró la rama artística. Ahí va un vídeo.