martes, noviembre 27, 2007

PABLO CALLEJÓN DE LARA
(lo que el futuro nos depara)
Esa mañana, lunes 26 de noviembre, nos levantamos temprano porque Lola tenía la ecografía donde nos decían el sexo del chaval (o la chavala). A pesar de las molestias que desde el fin de semana me atacaban por la retaguardia, pudimos llegar anos y salvos al British Hospital (por cierto, esa mañana caí en la cuenta de la cantidad de saltos que da el autobús... vi las estrellas).

En la sala de ecografías nos preguntaron si queríamos saber el sexo. Nuestra respuesta fue afirmativa y unánime. Y proseguimos con la filmación de los acontecimientos. Es un chaval que tiene 12 semanas de vida más o menos.


No obstante, nos faltaba algo de tiempo para ir a La Española, lugar donde me atenderían debido a una molestia que anteriormente he comentado.

Entramos por la puerta (típico de los humanos) y la recepcionista me preguntó: ¿qué desea?. Lola se adelantó y dijo: "nos gustaría ver a un médico de urgencia". Nos pidieron la cédula y nos tomaron datos, y la recepcionista me preguntó: ¿de qué se trata?. Me acerqué a ella para evitar que toda la gente de por allí se enterara de mi sufrimiento rectal y le dije: "tengo una herida". La recepcionista me miró con cara de póker y dijo: "una herida dónde"... entonces me entró una risa tonta y le dije: "justo en el esfínter". Y fue cuando toda la gente de alrededor me miró.

Me dieron número y esperé sentado (de nuevo las estrellas) y me llamaron. Lola no pudo entrar, pero me aconsejó que no volviera a decir la palabra "esfínter" ya que me producía risa, así que mejor emplear "hemorroides" (creo que eso me producía más risa). Y me hicieron esperar en una habitación. Apareció un enfermero y un cirujano y me preguntaron qué me pasaba... volví a reírme, pero pude convencerles de que lo que tenía no era motivo de risa.

Me tumbaron de costado para examinarme y me dijo el cirujano: "tienes un coágulo hemorroideal, es un trombo de sangre... tenemos que extirparlo". Yo les pregunté: "¿ahora?"... y efectivamente, me pusieron anestesia local en... y luego me sacaron un coágulo de sangre. Me hicieron una receta para una pomada y me fui tan feliz. Como soy diabético y no coagulamos bien la sangre, me pusieron un buen trozo de algodón insertado en el lugar que anteriormente he indicado y al que no hay que seguir haciendo referencia.

Lola me esperó pacientemente y le dije que no me dolía nada. Le conté con pelos y señales la operación. Compramos las recetas y... mira tú por dónde, me empieza a doler el lugar del cual he hablado en varias ocasiones en este post y al que solemos hacer referencia cuando alguien nos está fastidiando... se me estaba pasando el efecto de la anestesia.

Con dificultades para andar e introducirme en un coche, pudimos llegar a casa a comer y avisé a la facultad de que esta tarde no iba a trabajar... tuve que contar la historia por teléfono a Valentina con la mayor delicadeza posible. Luego me llamó JP Delpiazzo con el que no tuve ningún reparo en soltar todo el vocabulario marrón que poseo en mi biblioteca persoanal. Estuve tentado de llamar también a mi amigo Ignacio Tosar.

Sin duda me divertía el hecho de haber sido operado, pero dolía mucho. Una cosa que me dijeron los médicos antes de salir es que podía usar el intestino sin problemas, creo que se referían al acto de ir al baño a hacer labores de mayor idoneidad... (ahí sí que vi las estrellas, la osa mayor, el cinturón de orión y a la madre que me parió). Lola me dijo: " así sabrás lo que es dar a luz".

Total, que por la tarde fuimos a por Tobías, el hijo de Milagros, una nueva compañera, que se va a quedar con Lola dos semanas (Tobías, no Milagros) y que trabaja en la facultad (Milagros, no Tobías). Así que nos divertimos con el chaval y los muñecos que tenemos en la cama: Nemo, Dory, Chiqui y Mike Wasouski (el alguacil).

En fin, eso fue el día de ayer, un día importante que pasará a formar parte de lo anales de la historia de Pablo Callejón De Lara (a partir de ahora: Pablito o Antonio).

Saludos a la peña.

viernes, noviembre 23, 2007

CUMPLEAÑOS 24
(... te maltrato)

Así es gente, ya cumplí 24 años aquí en Montevideo. La verdad es que eso de que caiga en un día entre semana es un asco, porque aunque lo queramos celebrar en sábado, siempre estás obligado a hacer alguna cena, comida o algo especial (como comprar caramelos, pastas o chicles sin azúcar para las glotonas de turno).

NO obstonto, ahí nos juntamos algunos a comer en la pasiva y a tomarnos... mejor dicho TOMARSE unos helados en el Guarronald. Como pueden observar en la foto, la convinación de colores no podría ser más perfecta, el naranja como color predominante en Lola, Eileen y Javi (usease yo).

Esta semana apareció también por la UM un personaje afable, hayá donde los haya: Álvaro. Vino a dar un seminario de Moda en la Universidad y estuvo cenando con nosotros varios días. Lo invité a mi cumple y, a pesar de su apretada agenda, consiguió resistir al sueño durante un buen rato (2 minutos más o menos).

Penúltima semana de clase pero aún así con trabajo hasta el cuello. Y qué mejor forma de desahogarse que una buena fiesta con cocacolas light, buena música y comida a manselva. Aquí tenéis un videíto grabado por Noelia y comentado por mí.


A pesar de que la música no es muy amena (información gratuíta), sí que lo pasamos bastante bien. Como de costumbre sacamos el trivial uruguayo (donde las preguntas tienen de "universal" lo que yo de "ecuatoriano"), y como de costumbre (valga la rebuznancia) ganamos los hombres.

Es gracioso ver cómo las mujeres se ponen nerviosas y hacen trampa al ver que los hombres le ganan en juegos de inteligencia (y esto lo puedo decir yo que no respondí bien ninguna pregunta, por tanto soy poco inteligente). Esta es mi estrategia: juntarme con un grupo de sabelotodos y repetir la respuesta que dice alguno en voz baja, así parece que soy listo... sé que esta declaración va a desatar alguna que otra discusión, pero todo sea en pro de los comentarios... que no me deja nadie en este blog.

Cambiando de tema, las mujeres son menos inte... perdón, decía que... Cambiando de tema, Lola tuvo la magnífica idea de hacer de postre una especie de pinchitos, pero no con carne, sino con fduta (no lo he escribido mal, sólo que me gusta el sonido de la palabra "fduta" más que el de "fruta"). Luego sacamos una cazuela con shocolate y se mojaba la fduta dentdo (los diabéticos optábamos por comernos la fduta asecas).

Asín pues, nos situamos en el domingo por la maña... por la tarde cuando nos despertamos de un fiestón de la leche. Había sobrado mogollón de panecillos que nos hemos ido comiendo durante la semana. Los de hoy (viernes) estaban ya un poco duros, pero la dentadura postiza aguanta bien gracias al pegamento.

Ya se está acabando el periodo lectivo, así que tendremos que ir a comprar más leche al súper. Mañana nos vamos a Florida, un departamento de Uruguay, a una misa que va mogollón de gente y el domingo me han fichao pa tocar en la Iglesia de 3 cruces con un armonio que le han regalau... me parece que me voy a llevar mi teclado, que además de tener un sonido de catedral tremendo, tiene unos ritmos de rap y de rock al que no se resiste ni la Woopy Gulber en "Sister Act".

Bueno chatos, esta noche nos vamos Lola y yo a una fiesta de disfraces que celebran los alumnos de Edición y Sonido. Lola se va a disfrazar de algo, pero no lo tiene decidido. Yo me disfrazaré de Woody (estaba pensando vestirme de Cenicienta, pero creo que la fiesta dura más de las 12 y temo quedarme en bolas a esa hora), voy a utilizar el toallero para hacerme el arete con el cordel que lleva en la espalda el personaje.

Y nada más. Creo que no se me olvida contar nada, la comida bien, la gente bien, los calamares ricos, el agua potable y la vida... en general... no va mal.

Desde Montevideo, un saludo.

martes, noviembre 20, 2007

martes, noviembre 06, 2007

UN FINDE EN LA SOLEDAD
(este sitio está genial)

El viernes no había clase, así que organizamos una escapada del fin de semana con JP y su hermano Rafa a "La Soledad", un campo que tiene Gabriela (tía de JP) en el departamento de Tacuarembó. 5 horas de viaje en coche sin ningún incidente que no se pueda arreglar con 500 pesos... para la gasolina, claro.

Los percances llegaron, efectivamente, cuando llegamos allí. Como Lola está embaraza y no podía montar a caballo, tuvimos que agarrar el coche para ir al río, con la mala suerte de que se nos quedó en el barro... no sólo una vez, sino 3 veces. Lola al volante, JP y Rafa empujando en el capó y yo... grabando todo (sólo la primera vez, luego empujé un poco).

Optamos, entonces, por dejar a Lola en la casa e irnos en caballo, que es todo terreno y no mancha pantalones. Eso sí... tenemos pulgas hasta en las uñas.

También disfrutamos del sol interior (el interior es el exterior de Montevideo, u sea sé, los departamentos de Uruguay). Nos fuimos al río a bañarnos como 4 domingueros que agarran sus amacas, su neverita pa la frutica y las gorras pa que no se nos sequen los sesos. Como se ve en la foto, JP hizo el amago de tirarse al agua, pero se lo pensó y el único machote fue Rafa (yo estaba grabando, con lo cual no podía).

¿Qué contar sobre la gastronomía teniendo a Lola allí? pues que se juntó la buena mano con la buena comida: un par de asados, unos espaguetis, un arroz, unas tostadas (mis favoritas) y leche de vaca loca.

Por otra parte dormimos como marmotas, expecto Rafa, el verdadero Gaucho del lugar, que se levantaba a las 6 de la mañana para ir a montar a caballo, y ordeñar vacas. Un día sí que fui capaz de levantarme más temprano de lo normal, a las 6:30 de la mañana. Agarré mi cámara de vídeo y aproveché para hacer algunas tomas que, sumadas a otras que hicimos durante el fin de semana, han producido este vídeo tan magnífico al puro estilo Rodriguez de la Fuente (Ignacio Tosar, te lo dedico, el próximo documental será el de los calamares gigantes).





Así fueron pasando las horas entre comidas, dormidas, más comidas, dormidas de siesta, montadas a caballo (tengo los güesos echos una mieda) y comidas. Visitamos también a un pastor evangelista que tenía en su casa 4 hijos, 3 wuachitos (ovejas pequeñas huérfanas), pollos sueltos y varios perros salchicha... a mitad de visita se les metió una libélula gigante que casi se come a lola.

A parte de comer y todo eso, pudimos disfrutar de tertulias musicales a la luz de la fogatilla. JP a la guitarra con esa mano lenta que le caracteriza y Javi al banjo con una melodía amena información gratuita.

Y sin más, estuvimos toa la mañana pintando en la pared un detalle para Gabriela... en agradecimiento por los días que hemos pasado allí.