PABLO CALLEJÓN DE LARA
(lo que el futuro nos depara)
(lo que el futuro nos depara)
Esa mañana, lunes 26 de noviembre, nos levantamos temprano porque Lola tenía la ecografía donde nos decían el sexo del chaval (o la chavala). A pesar de las molestias que desde el fin de semana me atacaban por la retaguardia, pudimos llegar anos y salvos al British Hospital (por cierto, esa mañana caí en la cuenta de la cantidad de saltos que da el autobús... vi las estrellas).
En la sala de ecografías nos preguntaron si queríamos saber el sexo. Nuestra respuesta fue afirmativa y unánime. Y proseguimos con la filmación de los acontecimientos. Es un chaval que tiene 12 semanas de vida más o menos.
No obstante, nos faltaba algo de tiempo para ir a La Española, lugar donde me atenderían debido a una molestia que anteriormente he comentado.
Entramos por la puerta (típico de los humanos) y la recepcionista me preguntó: ¿qué desea?. Lola se adelantó y dijo: "nos gustaría ver a un médico de urgencia". Nos pidieron la cédula y nos tomaron datos, y la recepcionista me preguntó: ¿de qué se trata?. Me acerqué a ella para evitar que toda la gente de por allí se enterara de mi sufrimiento rectal y le dije: "tengo una herida". La recepcionista me miró con cara de póker y dijo: "una herida dónde"... entonces me entró una risa tonta y le dije: "justo en el esfínter". Y fue cuando toda la gente de alrededor me miró.
Me dieron número y esp
eré sentado (de nuevo las estrellas) y me llamaron. Lola no pudo entrar, pero me aconsejó que no volviera a decir la palabra "esfínter" ya que me producía risa, así que mejor emplear "hemorroides" (creo que eso me producía más risa). Y me hicieron esperar en una habitación. Apareció un enfermero y un cirujano y me preguntaron qué me pasaba... volví a reírme, pero pude convencerles de que lo que tenía no era motivo de risa.
Me tumbaron de costado para examinarme y me dijo el cirujano: "tienes un coágulo hemorroideal, es un trombo de sangre... tenemos que extirparlo". Yo les pregunté: "¿ahora?"... y efectivamente, me pusieron anestesia local en... y luego me sacaron un coágulo de sangre. Me hicieron una receta para una pomada y me fui tan feliz. Como soy diabético y no coagulamos bien la sangre, me pusieron un buen trozo de algodón insertado en el lugar que anteriormente he indicado y al que no hay que seguir haciendo referencia.
Lola me esperó pacientemente y le dije que no me dolía nada. Le conté con pelos y señales la operación. Compramos las recetas y... mira tú por dónde, me empieza a doler el lugar del cual he hablado en varias ocasiones en este post y al que solemos hacer referencia cuando alguien nos está fastidiando... se me estaba pasando el efecto de la anestesia.
Con dificultades para andar e introducirme en un coche, pudimos llegar a casa a comer y avisé a la facultad de que esta tarde no iba a trabajar... tuve que contar la historia por teléfono a Valentina con la mayor delicadeza posible. Luego me llamó JP Delpiazzo con el que no tuve ningún reparo en soltar todo el vocabulario marrón que poseo en mi biblioteca persoanal. Estuve tentado de llamar también a mi amigo Ignacio Tosar.
Sin duda me diver
tía el hecho de haber sido operado, pero dolía mucho. Una cosa que me dijeron los médicos antes de salir es que podía usar el intestino sin problemas, creo que se referían al acto de ir al baño a hacer labores de mayor idoneidad... (ahí sí que vi las estrellas, la osa mayor, el cinturón de orión y a la madre que me parió). Lola me dijo: " así sabrás lo que es dar a luz".
Total, que por la tarde fuimos a por Tobías, el hijo de Milagros, una nueva compañera, que se va a quedar con Lola do
s semanas (Tobías, no Milagros) y que trabaja en la facultad (Milagros, no Tobías). Así que nos divertimos con el chaval y los muñecos que tenemos en la cama: Nemo, Dory, Chiqui y Mike Wasouski (el alguacil).
En fin, eso fue el día de ayer, un día importante que pasará a formar parte de lo anales de la historia de Pablo Callejón De Lara (a partir de ahora: Pablito o Antonio).
Saludos a la peña.
En la sala de ecografías nos preguntaron si queríamos saber el sexo. Nuestra respuesta fue afirmativa y unánime. Y proseguimos con la filmación de los acontecimientos. Es un chaval que tiene 12 semanas de vida más o menos.
No obstante, nos faltaba algo de tiempo para ir a La Española, lugar donde me atenderían debido a una molestia que anteriormente he comentado.
Entramos por la puerta (típico de los humanos) y la recepcionista me preguntó: ¿qué desea?. Lola se adelantó y dijo: "nos gustaría ver a un médico de urgencia". Nos pidieron la cédula y nos tomaron datos, y la recepcionista me preguntó: ¿de qué se trata?. Me acerqué a ella para evitar que toda la gente de por allí se enterara de mi sufrimiento rectal y le dije: "tengo una herida". La recepcionista me miró con cara de póker y dijo: "una herida dónde"... entonces me entró una risa tonta y le dije: "justo en el esfínter". Y fue cuando toda la gente de alrededor me miró.
Me dieron número y esp
Me tumbaron de costado para examinarme y me dijo el cirujano: "tienes un coágulo hemorroideal, es un trombo de sangre... tenemos que extirparlo". Yo les pregunté: "¿ahora?"... y efectivamente, me pusieron anestesia local en... y luego me sacaron un coágulo de sangre. Me hicieron una receta para una pomada y me fui tan feliz. Como soy diabético y no coagulamos bien la sangre, me pusieron un buen trozo de algodón insertado en el lugar que anteriormente he indicado y al que no hay que seguir haciendo referencia.
Lola me esperó pacientemente y le dije que no me dolía nada. Le conté con pelos y señales la operación. Compramos las recetas y... mira tú por dónde, me empieza a doler el lugar del cual he hablado en varias ocasiones en este post y al que solemos hacer referencia cuando alguien nos está fastidiando... se me estaba pasando el efecto de la anestesia.
Con dificultades para andar e introducirme en un coche, pudimos llegar a casa a comer y avisé a la facultad de que esta tarde no iba a trabajar... tuve que contar la historia por teléfono a Valentina con la mayor delicadeza posible. Luego me llamó JP Delpiazzo con el que no tuve ningún reparo en soltar todo el vocabulario marrón que poseo en mi biblioteca persoanal. Estuve tentado de llamar también a mi amigo Ignacio Tosar.
Sin duda me diver
Total, que por la tarde fuimos a por Tobías, el hijo de Milagros, una nueva compañera, que se va a quedar con Lola do
En fin, eso fue el día de ayer, un día importante que pasará a formar parte de lo anales de la historia de Pablo Callejón De Lara (a partir de ahora: Pablito o Antonio).
Saludos a la peña.